27 de julio de 2013, Matik Matik, Bogotá
Pascuala Ilabaca y Fauna
Como una persona que no sabe ni de Bogotá ni está en esa móvida del neotrópico, pensé que el amor por las músicas tradicionales latinoamericanas o el mestizaje con ellas era la banda sonora principal de las hipsters capitalinas, las cuales constituían uno de los grupos sociales de gusto que están de moda en la capital. También pensé que Matik Matik era uno de los bares fundamentales de dicha movida. No obstante, el sábado 27 de julio, cuando fui a ver a la banda chilena de mestizaje Pascuala Ilabaca y Fauna en este lugar, empecé a dudar de que el retorno a la autóctono no era tan popular, o Matik Matik no era uno de los lugares posh de la ciudad de Bogotá.
Digo esto porque creo que Pascula Ilabaca y Fauna es una de las propuestas de mestizaje desde Latinoamérica más interesantes y propositivas de la actualidad, junto con Quetzal –una banda que estoy empezando a dudar que vaya a venir a Colombia-, y no lograron convocar más que unas cuantas decenas de personas para su concierto en Matik Matik. Estoy empezando a creer que más allá de las músicas que tienen una amplia trayectoria comercial en Colombia –vallenato, reggaetón, merengue, salsa, música de despecho, música romántica-, el consumo de musical –conciertos y discos- sigue siendo mínimo. Una en Medellín oye que bandas bogotanas –o radicadas en Bogotá- como Systema Solar, Bomba Estéreo, Ondatrópica son un éxito internacional y que hay muchas otras bandas de este estilo en esta ciudad, por lo que esperaba que bandas que exploraran lo latinoamericano realmente convocaran en Bogotá. Pero me encontré que la asistencia a un concierto de este tipo de música es muy similar a la de un concierto de metal de banda internacional.
Pascuala Ilabaca
Fuera de la pésima asistencia y tener que haber aguantado la música que oyen las hipsters capitalinas –cumbia, sonidos orientales mezclados con electrónica inofensiva, bandas de “música del mundo” como Mulatu Astatqué-, el concierto de Pascuala Ilabaca y Fauna fue genial. Por un lado, Pascuala es una excelente frontwoman que desde una música que no es lo más brincada del mundo –yo, como amante del rock o la electrónica tengo una concepción más pesada o movida de música “rumbera”-, logra pretender fácilmente a la audiencia. Por otro lado, su voz y la solidez de Fauna, hacen de la música de Pascuala en vivo, un producto de gran calidad. Haciendo un recorrido principalmente por sus dos últimos álbumes, Diablo Rojo Diablo Verde y Busco Paraíso, Pascuala Ilabaca y Fauna dio una muy buena presentación, en la que Pascuala compartió ideas, pensamientos, cantó, tocó teclados y acordeón, bailó y mantuvo a la audiencia al máximo durante todo el concierto.
Como ya dije, no soy una (persona) seguidora del mestizaje o de las músicas tradicionales de nuestro subcontinente. Sin embargo, he oído varios actos de este tipo y no temo señalar que Pascuala Ilabaca y Fauna es uno de los más interesantes en la actualidad. Por eso, desde el punto de vista musical, lo recomiendo bastante. Pasando a su puesta en vivo, si les gusta la música de él, en vivo no se van a defraudar. Por el contrario, saldrán queriendo más a este grupo.