Como es habitual, muchas revistas hacen su top de mejores álbumes del año por estas épocas. Revisando algunos de ellos, veo que no estaba todo lo que consideraba debería estar y que habían cosas que para mí no realizaron una buena marca en su carrera discográfica o en el género -e.g. Dark Adrenaline de Lacuna Coil- o que no eran propuestas realmente valiosas -e.g. Halestorm-. Sin embargo, ésta es otra propuesta subjetiva, que sólo pretende brindar a las personas lectoras un punto de partida para explorar nuevos trabajos en un mundo tan amplio como es la música en la era virtual, y que por eso hay pequeñas joyas que corren el riesgo de pasar desapercibidas, y esto es lo que en últimas me motiva a esta tarea. Lastimosamente nos limitamos a los lugares de siempre, al idioma de siempre, pero esperamos tener una paleta más amplia de donde elegir a final del año entrante.
10. Turbonegro – Sexual Harassment (Volcom)
Sexual Harassment es el octavo larga duración de Turbonegro y el primero sin Hank von Helvetes, la voz más representativa que ha tenido la banda. Con la salida de otros dos miembros tras Retox, Sexual Harassment es verdaderamente un retorno para Turbonegro. Ahora con Tony Sylvester alias Duke of Nothing, otro oso, el octavo álbum de esta agrupación es una nueva adición en su discografía.
Continuando con su ya famoso Death Punk, Sexual Harassment sigue con el sonido un poco más depurado y claro de los últimos discos de la banda, pero con una mayor consistencia que Retox. La voz de Sylvester es más cruda y carrasposa, similar a la de Lemmy pero más fuerte, que le da un extra de fuerza al sonido actual de Turbonegro. Sin embargo, hay momentos más suaves en su vocalización que nos devuelven al estilo al que ya nos tenían acostumbradas von Helvetes. En suma, no es el trabajo más sólido de los TRBNGR, pero es una buena adición al sonido que han ido construyendo en sus últimos discos.
Vea el video de You Give Me Worms
9. Poliça – Give You the Ghost (Total Gross National Product/Mom+Pop)
Nuestro primer álbum pop de esta lista. Y es que tenemos varios trabajos que pueden caer dentro de esta categoría pues este año me ha sorprendido como un año donde diferentes grupos e intérpretes no han tenido problema en realizar propuesta pegajosas, asequibles, pero sin perder la exploración musical, que hace de estos trabajos material que continuará teniendo valor en años futuros. Give You the Ghost es el álbum debut de esta agrupación norteamericana que nos propone un sonido que se mueve entre la electrónica, el rock, el post punk, algo de dub y R&B, con una base pop que lo deja a uno engachado rápidamente. Con una voz con presencia que recuerda a otras intérpretes y que es constantemente pasada por efectos y procesadores, el resultado es un trabajo con atmósferas etéreas pero con elementos pesados y melódicos que lo hacen una propuesta fuera de buena, original.
Vea el video de Lay Your Cards Out
8. Diamong Rings – Free Dimensional (Astralwerks)
La etiqueta LGTBI se queda corta para esta entrada, pues John O, la mente detrás de Diamong Rings cae mejor dentro de la categoría queer que gay. No nos interesa discutir su sexualidad, pero Femme FM es un espacio dedicado a visibilizar personas ya sean femeninas o dentro del sector social LGTBQQI –como preferimos llamarlo aquí-. Volviendo a lo que nos ocupa en este momento, Free Dimensional es el segundo larga duración de esta persona intérprete canadiense que se mueve dentro del electropop y el synthpop. Un trabajo que no va más allá de estos dos géneros ni se atreve a forzar los límites, pero que sin duda alguna es un excelente exponente de ellos. Tal vez más al lado del synthpop, Free Dimensional es un disco que nos transporta a los años ’80 del siglo pasado sin dejar de entregar elementos novedosos que recuerdan que es un disco contemporáneo. Si le gusta el synthpop, éste es un buen álbum que no se preocupa por seguir el molde establecido por la movida alemana. Algo particular, dentro de los límites por supuesto.
Vea el video de I’m Just Me
7. In This Moment – Blood (Century Media)
Una banda que no sale en la Encyclopaedia Metallum como sí lo hacen algunas de grunge, a pesar de que algunas personas la catalogan como metalcore, un género que se encuentra en este portal. La verdad, considero que In This Moment es una banda que cae más dentro del Nu Metal, especialmente con Blood. No obstante, este grupo, y particularmente este trabajo, es una especie de estado del arte de lo que ha pasado por el metal norteamericano en los últimos 15-20 años, especialmente en su lado más patineto. Una mezcla de nu metal, metal alternativo, metalcore y metal industrial es lo que se puede escuchar en Blood, algo positivo para los que creemos que el metalcore es un género que se agota fácilmente y que no es tan interesante como las nuevas generaciones parecen creer. Además, estas combinaciones revitalizan el nu metal, un estilo que parecía una moda, nada que valiera la pena más allá de Deftones, pero que con álbumes como Blood parece mostrar que lo que le faltaba era madurar. Con trabajos como este –y por supuesto los de Deftones y Guano Apes-, el nu metal tal vez podrá entrar con dignidad en las páginas de la Encyclopedia Metallum y ser otro ejemplo de por qué el metal sigue siendo un universo que tiene algo que proponer que valga la pena.
Vea el video de Blood
6. Lianna – Paciencia (Audio Lírica)
He oído en varias ocasiones que la música de Bogotá es peor que la de Medellín, pero últimamente he encontrado que esa afirmación no tiene mucho piso, pues en Bogotá no hay cosas simplemente mejores, sino que de hecho son buenas. Una de ellas es Paciencia, el álbum debut de Lianna, una intérprete con trayectoria dentro del Hip Hop. Debut porque aquí no es fácil sacar material discográfico, pero en realidad es un trabajo que muestra una persona que ha venido trabajando por tiempo en la consolidación de su sonido. Por un lado, vemos que se abandona en parte el Hip Hop, pues éste no es un trabajo de Hip Hop. Pero por otro lado, hay una continuidad pues los beats están ahí y es un disco que presenta temas que recurren a las influencias clásicas del hip hop convencional -funk, soul, R&B- y nacional –algo de salsa en un tema, bandoneón en otro, sin caer nunca en lo trópical guapachoso-. Sin embargo, la música de Paciencia no tiene nada que ver con las pistas tradicionales del hip hop colombiano: no son loops, tienen factura y conocen los géneros a los que se refiere. En otras palabras, es un álbum muy bien elaborado musicalmente, algo extremadamente escaso en un género que en el país tiene pocos exponentes que realmente saben de música –la mayoría prefiere la rima, haciendo de la composición musical un mero relleno-, o por lo menos en Medellín, que es de donde he realmente escuchado.
Pasando a la voz, ésta también sorprende. Lianna canta muy bien, tiene una voz versátil y lo muestra a través de todo el disco, donde el rapeo es más bien escaso. En últimas, Paciencia es un disco bien hecho, que se puede escuchar en su totalidad en una sentada, y que de hecho resulta corto. Para nosotras las personas que nos paramos por fuera del ghetto del hip hop y estamos buscando música por fuera de un discurso identitario, ésta es una grata sorpresa, muy grata, aunque no es hip hop.
Vea el video de Paciencia
5. Sharon Van Etten – Tramp (Jagjaguwar)
Otra debutante en esta lista. Aunque no soy un fan del folk, este es el mejor álbum de este género que he escuchado desde Whiskey Tango Ghosts de Tanya Donelly. Algunos dirán que Cat Power está ahí, y vuelvo y digo que a mí este sonido no ha logrado llegarme del todo; los álbumes de Cat Power suelen parecerme monótonos y que no pasan de tener un par de canciones que pueden ser grandiosas, pero son sólo canciones. Por el contrario, Tramp es un disco que puedo escuchar en una sentada y en el que no hay canciones que sean rellenos. Tal vez sea porque no es un disco que se limita a la voz y la guitarra acústica, sino que Van Etten toma elementos del rock y otros estilos pioneros para lograr la variedad que requiere un oído no amante de este género musical. Tal vez no sea folk –o esa etiqueta ahora poco informativa del indie-, pero lo importante es que es un disco sólido y de excelente factura que me hace pensar que la nostalgia enfermiza colombiana probablemente lleva a muchas personas a perderse buenas cosas que están pasando.
Vea una versión en vivo de Give Out
4. Crystal Castles – III (Casablanca)
Este dúo canadiense está de vuelta con su tercera entrega, titulada simplemente III, El primer trabajo producido totalmente por Ethan Kath. En él nos volvemos a encontrar las voces procesadas de Alice y las atmósferas oscuras con su minimalismo pseudo 8 bit que son características de Crystal Castles, aunque hay algo nuevo. Efectivamente, III es un disco que continúa la tradición de Crystal Castles pero sin ser una repetición de lo anterior, algo que muestra que este grupo es uno de los grandes exponentes de la música electrónica de los últimos años, el cual merece pasar a la historia como lo hicieron algunas agrupaciones de Big Beat en su momento. Un trabajo para escuchar varías veces y dejarse atrapar. Que bueno que se estarán presentando en Colombia en el 2013.
Escuche Plague
3. My Dying Bride – A Map of All Failures (Peaceville)
Cuando las otras dos grandes bandas pioneras del Death Doom británico han decidido explorar sonidos más amables, es reconfortante saber que todavía está My Dying Bride para entregar un trabajo denso, lento, pesado, en otras palabras, doom. El segundo larga duración con Lena Abé en el bajo, A Map of All Failures, continúa con el sonido que My Dying Bride ha venido ofreciendo en sus últimos trabajos. Nada revolucionario dentro de la discografía de esta agrupación, pero cuando se tiene un sonido propio y sólido ¿para qué un giro? Para los fanes de esta banda o del doom, A Map of All Failures es un disco que no defraudará.
Escuche Kneel Till Doomsday
2. Grimes – Visions (4AD)
Al igual que otros álbumes de la lista, Visions es un disco que puede verse como pop, pero no el bubblegum pop repetitivo y genérico al que nos tienen acostumbradas la televisión y la radio comercial, sino un pop inteligente, etéreo que no le tiene miedo a la experimentación y a la propuesta de sonidos extraños. Un álbum basado en la electrónica con ambientes orientales con una voz alta a la que no le encuentro otra metáfora que la de sirena. Algo diferente que muestra que si se están buscando nuevas propuestas hay que mirar hacia la electrónica y no el rock.
Visions ahonda en el sonido que Grimes ha desarrollado desde su primer álbum, pero es su perfección. Definitivamente su mejor trabajo hasta la fecha, en el que se condensa su carrera musical y muestra a una persona que hay que seguir teniendo en cuenta en el panorama musical. Afortunadamente sus espantosas influencias musicales están ausentes o por lo menos no son explicitas.
Vea el video de Genesis
1. Lana Del Rey – Born to Die (Interscope)
He oído etiquetas como sadcore o pop para catalogar la música de Lana Del Rey, la cual es un sonido suave con influencias de pop, hip hop, jazz y aire de las grandes cantantes torch de los años 50. Para mí, Born to Die es un trabajo que fácilmente podría encajar bajo el género del trip-hop: una voz femenina cautivadora, beats fuertes y atmósferas de jazz, con otros elementos merodeando.
Proveniente de Nueva York, Lana Del Rey toma elementos de la música norteamericana de manera diferente a como lo han hecho los proyectos de trip hop británicos. Un disco refrescante, bien hecho, que inmediatamente le queda a uno dando vueltas en la cabeza, con ritmos fuertes, grandes melodías y atmosferas. En otras palabras, un trabajo que es sin duda alguna una gran producción, y que al mismo tiempo no tiene miedo de tomar elementos del pop para lograr ser pegajoso sin perder una buena composición y calidad. ¿Qué más se le puede pedir a un disco que no busca quedarse en alguno de esos ghettos cerrados que son las movidas musicales?
Vea el video de Born to Die